3 pulentos poemas: Escilda Greve, Marcelo Gatica y Camilo Cantillana

TODOS

Todos están dormidos, tan dormidos
que pasa el alfiler de una guadaña
por las torvas cenizas de sus cuerpos.
Todos están dormidos uno a uno,
tan dormidos y tantos en ninguno.
En el seño frontal siempre la hiena,
todos tienen un cuello en la camisa
y han contratado ese mirar altivo
que muere de altivez por no naciente,
que muere vertical por no nacido.
Todos arrodillados en la vida,
arrodillados van frente al encuentro.
Toda esa ley que tienen no es la mía,
la mía va de pie por los suicidios
libre de telarañas, de estandartes, de signos.
Conjuga su plural en abanico,
no tuerce sus renglones por clemencia,
tiene tanto valor, tanto sigilo,
que está soldando muertes en mis versos
y ametrallando el sol en mis derrumbes.

Del libro «Las venas de la sal» (1964) de Escilda Greve
Colección El viento en la llama

III (DOCUMENTOS Y EVIDENCIAS)

Hay calificaciones que matan
y otras que vuelven a nacer.

El primer 1 del semestre se lo ganó
Mauricio Pavez por confundir el título de un libro
de Octavio Paz

Escribió: El arco y la flecha
Debió decir: El arco y la lira

Ha pasado río bajo el puente
y en su defensa luego de procesado y olvidado
el caso puede concluir:

La poesía en ciertas latitudes ya no canta
ni siquiera en la ingente ducha de los invisibles
ni en la épica de un planeta adolescente

Quizás la poesía es lo más parecido a una flecha
que busca la coordenada exacta de un nuevo
acontecimiento,
un nuevo verso que roce el aire
y haga temblar el sonido de los sospechosos de siempre.

De «Poemas para desaprender» de Marcelo Gatica
del libro «Portafolio: Poemas a pie de página».

DECLARACIÓN

«Soy de placenta y nubes.
Lo opuesto a todo lo dicho.
Un error constante con afán de principio.
Soy una carrera larga al desenfreno;
un lugar atravesado (habitado) de silencio;
lo contrario a las frías palabras
con que me dices el fin de todo.
(Soy) Amargo, soy amargo y leve.
Luz que clava sus ojos al Sol.
Soy la calle donde hallo la huella
dulce de esa imagen repetida.
Soy amurallado embrión
que harto del mundo
volvió al Mundo.»

De «Maleta Virtual: en tiempos del silencio óptico» de Camilo Cantillana
del libro «Portafolio: Poemas a pie de página».

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